por JORDIHP » Dom Ago 30, 2009 3:32 pm
La aparición de estas locomotoras payware para el simulador Railworks, es una muestra y un ejemplo, de un hecho que no se ha dado mucho en la simulación ferroviaria, pero que con la evolución que está empezando a producirse en ella, va a ser cada vez más común.
Trataré de explicarlo desde un principio:
Mucho se ha hablado de la lentitud con la que el nuevo simulador (primero Rail Simulator y ahora Railworks), esta entrando en el mundillo de la simulación ferroviaria en todo el mundo.
Dejando a parte las cuestiones de los aciertos o errores, que a nivel de estrategia de marketing, se puedan haber cometido por parte de las firmas que lo han desarrollado y comercializado. Hay otros factores que han influido en su lenta evolución:
- Por una parte, la inercia y la comodidad de muchos usuarios que ya tenían implantado alguno de los otros simuladores (MSTS o Trainz). Los cuales, ante la perspectiva de un nuevo aprendizaje y de tener que renovar todo el “sistema” que ya tenían instalado, optaban (y todavía optan) por el continuismo…
Continuismo que se da, a pesar de las evidentes mejoras de todo tipo que tiene el nuevo simulador (por mucho que se le critiquen algunas carencias que también son ciertas).
De todos modos, la opción continuista, es perfectamente legítima… solo faltaría.
- Por otra parte, la mucho mayor complejidad técnica del nuevo simulador. La cual conlleva una mayor exigencia en conocimientos y habilidad, para con los creadores que deseen desarrollar cualquier add-on de calidad para el mismo.
Dicho en otras palabras: Muchos nos atrevimos a hacer cosas con TSM, pues es un programa muy fácil de manejar; con el cual, con unas mínimas nociones de diseño, se pueden crear objetos para el (hoy en día) “poco exigente” MSTS.
Diseñar para RW, es con mucho, una cuestión más compleja y técnica, que además requiere un mayor volumen de trabajo.
Como consecuencia de estos dos puntos, pero muy especialmente del segundo, el desarrollo de RW esta siendo lento (a veces, tremendamente lento).
Pero por otra parte, esta mayor complejidad, conlleva también una ventaja:
La posibilidad de desarrollar creaciones, de una perfección y realismo increíblemente mayores que las de los anteriores simuladores.
Al mismo tiempo, y como consecuencia lógica, este hecho propicia la aparición de productos de pago, con una mayor dosis de profesionalidad…
Lo cual irrita a algunos, habituados a descargarse todo lo que aparece, sin mayor esfuerzo que el de tomarse el tiempo necesario para descargar e instalar.
Esta última visión del asunto es netamente parcial, pues no tiene en cuenta que la contrapartida es disponer de add-ons de calidad… de una mucho mayor calidad, que con cualquier otro simulador…
Pienso que aún no se ha tocado techo en lo que respecta a las posibilidades de realismo de RW… Pero ese techo, solo se podrá alcanzar, desde un nivel "profesional" en la realización de objetos (normalmente payware, y en algunos casos freeware).
El freeware, seguirá existiendo (es un valor que de ninguna manera se ha de perder). Pero creo sinceramente, que la evolución de la simulación ferroviaria, irá también avanzando en la dirección que estoy exponiendo.
Todo esto, hace tiempo que en el mundillo de Flight Simulator (por ejemplo) lo tienen más que asumido:
FS2004, y sobre todo FSX, permiten la creación de add-ons freeware de calidad. Pero cualquier aficionado que esté verdaderamente enterado de la materia, tiene muy claro que cuando quiere un avión o un aeropuerto verdaderamente realista, ha de recurrir a add-ons de pago.
Baste comparar (por poner un ejemplo concreto) un modelo como el "De Havilland Mosquito" comercializado por Just Flight, con cualquier realización freeware de calidad de un bimotor equivalente… Como decimos en mi tierra: No hay color.
En conclusión:
Llevamos años reclamando unas mayores calidad y prestaciones en los simuladores de ferrocarril. Pero al mismo tiempo, no estamos dispuestos a aceptar que ese aumento conlleva una mayor complejidad; la cual tiene “su precio” tal como he tratado de explicar en este post.
No queda más remedio que asumir estas realidades, y evaluarlas en su justa medida. Es decir: Analizar las cosas como son, y no como querríamos (o nos convendría) que fuesen…
Las cosas, cuanto más complejas sean estas, cuestan esfuerzo (de trabajo a veces o monetario en otras) pero esfuerzo al fin y al cabo… No se puede pretender, que todo sea eternamente gratis…
Desgraciadamente, la “cultura del esfuerzo” no está muy de moda actualmente.
Sorry por el “tocho”.
Saludos,
Jordi