por Antonio M Sopeña » Dom Ene 09, 2005 4:19 pm
Es muy interesante esto de lo que hablan. Todo esto de los accidentes o imprudencias que terminan en tragedias en las vías del ferrocarril me lleva a la siguiente reflexion. ¿Por que se usa una doble vara de medir, cuando se trata de accidentes en el ferrocarril y otra para los de carretera?. ¿Que intereses existen para que anestesiados "aceptemos" como inevitable la carniceria que cada dia provoca el automovil en campos y ciudades, y cuando un o unos insensatos invaden una vía ferrea pudiendo provocar el desastre nos escandalicemos?.
Si alguien cruza una calle por donde no debe, o con el semaforo en rojo para los peatones y un automovil lo arrolla, pensamos que es logico, ¡claro que imprudencia!, y se acabo.
Los trenes a veces circulan por zonas urbanas a gran velocidad y en estas zonas todos sabemos que existen medios físicos de separación entre la vía y calles o casas aledañas; y todos somos testigos de que la gente obvia pasos superiores, inferiores, indicaciones de los pasos a nivel; y en más de una ocasión, destrozan vallas, muros etc para cruzar la vía.
Muchas vías de carretera como las rondas de circunvalación de las grandes ciudades o tramos urbanos que están limitados a 50 km/h (aunque los vehiculos suelen circular a mucha más) no estan protegidos y a nadie se le ocurre pasar por estas vías a la buena de Dios. Si ahora yo decido dar un paseo y cruzar por la SE-30 y me arrolla un vehículo, deberé de quejarme de la excesiva velocidad de éstos. ¿Es absurdo verdad?
En la prensa leemos de vez en cuando cómo los insensatos atraviesan los pasos a nivel obviando sus indicaciones. Estos mismos insensatos son los que muchas veces obvian las indicaciones de las señales de circulación: stop, semáforos en rojo, ceda el paso, prioridades en la incorporación etc. La diferencia radica en que un tren no puede frenar igual que un vehículo de carretera; por ello el ferrocarril tiene prioridad en las intersecciones, como todos sabemos, cosa que muchos imbéciles parecen no saber.
La persona que camina por una vía férrea debe ser consciente de que lo que está haciendo está prohibido: las vías son para los trenes, no son aceras ni veredas. Quien con su vehículo invade la vía, provocando con su falta de responsabilidad un accidente, es para mí un asesino. Esto puede sonar muy duro, pero sabemos que estas imprudencias le han costado la vida a personas que viajaban tranquilamente en el tren y la perdieron porque un estúpido tenía tanta prisa que no pudo detenerse para mirar.
Cuando con otras personas hablo de esta cuestión (las dos varas de medir) me acusan de ser un radical; pero por mi profesión creo que puedo hablar con conocimiento de causa de que en este país falta educación y conocimiento del reglamento de circulación. Diariamente paso una media de diez horas a bordo de un vehículo y soy testigo de auténticas barbaridades, del desprecio absoluto por la vida de los demás.
El problema fundamental creo que radica en el lavado de cerebro al que estamos sometidos sobre las virtudes del automóvil,(medio este de transporte que si bien es flexible, es inseguro en si mismo por su propia naturaleza) de unas leyes irrisorias que no castigan al asesino de la carretera (ése sí que arrolla, e incluso saliéndose de la vía) y una permisividad por parte del Estado en todo este asunto y el ferrocarril a veces es victima también de la imprudencia de algunos.
El caso en concreto del arrollamiento de este niño quizás sea una excepción a lo que digo.
Me pregunto cuándo llegará el día en que las carreteras estén soterradas y en general por donde pasen los automóviles. ¡Qué puñetera manía con enterrar los trenes!.
Saludos.